domingo, 29 de junio de 2014

Jorge Luis Pinto, un héroe para Costa Rica

1.014 días después de que Jorge Luis Pinto fue presentado como seleccionador nacional, Costa Rica derriba todas las barreras y hoy da el paso más importante en la historia de su futbol.

La Tricolor superó la segunda ronda del Mundial de Brasil, al imponerse en la tanda de penales sobre Grecia y jugará los cuartos de final de la cita planetaria el próximo sábado a las 2 p. m. (hora tica) contra Holanda.

El gran artífice del éxito ha sido un hombre nacido el 16 de diciembre en San Gil, Santander, en Colombia, quien hoy se consagra como un héroe, inmortalizándose para siempre por los costarricenses.

Desde que asumió las riendas de la Tricolor (por segunda ocasión), a partir del 19 de setiembre de 2011, Jorge Luis Pinto ha dirigido al equipo de todos en dieciséis partidos eliminatorios, cinco juegos de la Uncaf, cuatro enfrentamientos en Copa Oro, diecinueve fogueos y cuatro partidos en el Mundial de Brasil.

“Toda mi vida he luchado por venir a un Mundial y las cosas han salido bien. Mi trabajo se ha mostrado bien, con contenido y calidad. Somos un equipo táctico con dinámica de juego, donde todo el mundo tiene sus tareas”, había manifestado Jorge Luis Pinto tras el empate a cero contra Inglaterra, luego de vencer a Uruguay por 3-1 y 1-0 a Italia.

Aquella imagen que arrastraba como técnico ultradefensivo quedó completamente erradicada, porque en este Mundial, Costa Rica ha practicado un futbol alegre, con orden táctico en cada una de sus líneas y con buen volumen en ataque.

Esa evolución de Jorge Luis Pinto en su estilo también se evidencia en la cancha, con una Selección que tras superar la primera ronda del Mundial, emulando la hazaña de aquella inolvidable actuación de los ticos en Italia 90, daba la sensación de que estaba para más.

Tanto el entrenador como sus pupilos lo sabían, pero también tenía que imperar la ecuanimidad.

Con lo hecho hasta el momento, no se podía pecar ni dejarse llevar. El sueño de dar ese gran paso avanzando a un quinto pulso en el Mundial parecía muy factible.

Claro está, primero había que jugar. Sin embargo, Pinto tenía confianza y seguridad de que dirigir a Costa Rica en unos cuartos de final iba a ser una dulce, mágica y maravillosa realidad.

“El grupo está preparado para eso”, afirmó y se terminó de sincerar, al decir: “Me gustaría sentir la felicidad inmensa de poder triunfar”.

Hoy, eso es una realidad para un país que se tiró a la calle a festejar, gracias al esfuerzo de nuestros guerreros en la cancha y a un hombre que afirma: “El futbol es mi vida, mi pasión, mi profesión y mi distracción”.