lunes, 14 de noviembre de 2011

Hoy te quiero más que ayer

Cuando llegan las dificultades siempre habrán dos caminos, el primero y más fácil, es esperar, y el segundo es actuar ante la adversidad buscando soluciones. Hoy el Cúcuta Deportivo está en una de las peores crisis de toda su historia, y muchos aficionados y periodistas han optado por la opción fácil, esperar a ver que sucede.

El Cúcuta Deportivo no es sólo un equipo de fútbol o una empresa privada, también es un sentimiento que llevamos los cucuteños, una insignia que representa nuestra ciudad con el nombre y los colores, también es el estandarte de una raza bravía como la motilona; por eso y muchas otras razones, no podemos permitir que un grupo de personas quieran acabar con una historia que no les pertenece.

Hace unos días cuando se amenazaba con suspender el reconocimiento Deportivo al Cúcuta, en la ciudad se emprendió una campaña para salvar a la institución, casi que en su totalidad, los programas deportivos y sus periodistas, invitaban a toda la afición a asistir al estadio con el propósito que la suspensión no se hiciera efectiva, se le decía a los aficionados, no piensen en los directivos, la plata de la taquilla no es para ellos, es para salvar a la institución, incluso hasta los jugadores se vincularon a la campaña dejando a un lado tanto amago de huelga, se dedicaron a entrenar y a ser ellos mismos los encargados de la venta de la boletería y de esa manera asegurar en parte, el pago de sus salarios.

Pasaron unos días y las cosas cambiaron, el pasado martes se realizó la tan esperada asamblea donde se dio a conocer la conversión del Cúcuta a Sociedad Anónima y de paso se eligió a la Junta Directiva que sería la  encargada de hacer la conversión y poner en venta las acciones, esto al parecer no cayó muy bien en algún sector de la prensa y retiraron el apoyo que ellos mismos le pedían a gritos a los aficionados, para salvar a la institución.

El hecho que en esa nueva junta directiva estuvieran personas como Iván Abreo y Álvaro Torrado, fue el motivo por el cual algún sector de la prensa decidió mirar los toros desde la barrera y esperar el desenlace. Si hay algo que hoy nos une a una inmensa mayoría de cucuteños, es el deseo que todos los que tuvieron que ver con el pasado reciente del Cúcuta Deportivo, den un paso al costado, pero esto no se hace sólo con deseos o por que la afición o el periodismo así lo quiera, para que esto suceda, lo primero que debemos hacer es asegurarnos que la institución no desaparezca, por eso es importante no abandonar esa  unión, periodismo, afición y jugadores, al menos por lo que queda de campeonato.

Para el próximo año las cosas serán a otro precio, según se aprobó en la asamblea del Cúcuta, se pondrán en venta el 83% de las acciones, ahí es el momento en que personas diferentes a las que hoy manejan la institución, podrán comprar el 50% + 1 de las acciones, y de esta forma tomarían el control de la nueva Sociedad Anónima, esperamos que aparezcan esos inversionistas que supuestamente estarían dispuestos a invertir en el Cúcuta Deportivo y que no sea sólo un cuento chino de esos que abundan en nuestra ciudad.

Pasión Motilona consiente de la suspensión que hoy tiene la institución para poder participar en el rentado colombiano por el no pago de salarios, y ante la incapacidad de los dueños del equipo para solventar esta problemática, invita a toda la afición a comprar la boleta para el juego contra el Itagüi, y de esta forma apoyar para que al equipo le sea levantada la sanción. Ante las dificultades, "Hoy te quiero más que ayer".