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| Martes 12 de julio de 2011 - |
En estos días cuando el futuro del Cúcuta Deportivo es bastante incierto, las redes sociales se han convertido en ese canal donde los aficionados expresan toda la preocupación, la rabia y la impotencia al ver que los dueños de la institución motilona no dan la cara para generar algún tipo de información que permita sosegar la incertidumbre que existe entre la noble afición rojinegra.
Mas allá de protestar con un comentario en Facebook o en las páginas deportivas, es muy poco lo que un hincha, de forma independiente puede hacer por el Cúcuta Deportivo de sus amores.
Se requiere la unión de todos los aficionados, y Asobac, que se dice ser la mejor asociación de barras del país, está en demora de pronunciarse con planteamientos serios y concretos, exigiendo respeto por la ciudad y por la gran afición, noble y valerosa que tiene el elenco rojinegro.
Allá desde el infinito, la fundadora de Asobac, "mamá" Rocío, como se le llamaba por cariño, debe estar muy preocupada por el silencio cansino y casi cómplice de los directivos de la asociación, frente al desgreño administrativo y falta de pertenencia de los actuales dueños del Cúcuta Deportivo.
Los que seguimos de cerca al Cúcuta Deportivo y todo su entorno, hemos notado que de un tiempo para acá, los que dirigen la asociación de barras le han dado otro uso distinto al que inicialmente motivó la creación, que era mantener organizadas las barras y a cada uno de sus integrantes con el propósito de brindar un respaldo domingo tras domingo al equipo rojinegro.
Entre los años 2006 y 2007, la asociación de barras vivió su mejor época, se contaban por miles sus afiliados y cada día se organizaba una barra nueva, todo motivado por el gran momento del equipo y por que pertenecer a la asociación le significaba asegurar su boleta para asistir al estadio.
Pero fue precisamente a finales del 2007 cuando las cosas empezaron a cambiar, como en la novela "la hojarasca" llegaron las multinacionales y acabaron con la tranquilidad del pueblo; en el caso de Asobac, llegó "el bicho" de la política y empezó a deteriorar el romance que existía entre todos sus afiliados, a tal punto que algunos presidentes de barras se retiraron de la asociación al considerar que se estaba utilizando como trampolín político.
En el 2008 empezaron los malos resultados del equipo motilón y a la vez empezaron a desaparecer las barras que habían crecido como espuma en los años anteriores. El Cúcuta Deportivo siempre le ha dado un precio preferente a las boletas de Asobac y una parte de ese dinero le queda a la asociación, pero al ir disminuyendo su número de afilados también decayeron sus ingresos, lo que llevó a la asociación a convertirse en un expendido de boletas abierto a afiliados y no afiliados.
Al iniciar el presente año, las directivas del equipo motilón anunciaron la eliminación del beneficio que se le da a Asobac en el precio de las boletas; la asociación salio a responder en menos de 48 horas por diferentes medios de comunicación, y amenazó con no expender mas boletas en sus oficinas, y a los directivos les tocó que reversar en parte la decisión.
Con esta nota no pretendo criticar a nadie, sólo busco que la asociación de barras del Cúcuta Deportivo (Asobac) retome los lineamientos de apoyar y arropar al equipo motilón, por que con ese silencio, pareciera que lo único que les importa, es mantener el expendido de boletas.
Por último, si van a convocar una protesta a través de una marcha o un comunicado, esta debe ir acompañada de una frase que identifique el inconformismo de los aficionados y no como esa que utilizaron para invitar a la fallida marcha del 20 de julio, "por la independencia de la noble camiseta rojinegra", por más que la leo y la leo, no le encuentro relación alguna con el momento que vive nuestro amado Cúcuta Deportivo.
No faltará quien diga, que de nada sirve que Asobac se pronuncie, ya que el Cúcuta es una empresa privada, y tal vez tenga la razón, pero peor diligencia es la que no se hace y más cuando se trata de defender a lo que un hincha llamó refiriéndose al Cúcuta Deportivo, "el hijo bobo de la familia"
